EL REAL JAEN CADETE B OFECE UNA BUENA IMAGEN
El cadete A se hizo con un torneo granadino muy competitivo
Luis
El pasado sábado la caravana
del cadete B del Real Jaén desde muy temprano emprendía viaje hacia tierras
granadinas para disputar el torneo Estrellas, categoría cadete, organizado por
el equipo autonómico del Estrellas de la Chana.
El autobús
partía a las 7,15 horas, bajo los mandos de nuestro chofer particular, Manolo,
hacia tierras granadinas, concretamente a Monachil. Precioso municipio ubicado a
las faldas de Sierra Nevada, donde, con algún que otro contratiempo, por aquello
de lo pronunciado de sus cuestas y lo estrecho de sus calles, íbamos a disputar
nuestros tres partidos.
Sabíamos de
lo complicado del torneo, por aquello de la categoría de los rivales, Cañada,
Granada y Maracena. Tres equipos que competían en su momento, en liga andaluza,
en categoría infantil, quedando todos ellos entre los siete primeros, amen de
tratarse de generaciones del año 98. En consecuencia el objetivo era triple:
aprender, competir y pasarlo bien. Prueba conseguida con nota, máxime si tenemos
en cuenta la victoria de nuestros mayores en el campeonato. Enhorabuena al Real
Jaén autonómico por su brillante papel en el torneo.
En cuanto al
torneo. El primer partido, más de lo mismo, respecto a otros tantos disputados.
Planos en el juego y timoratos a la hora de la disputa, resultado, el
previsible, derrota frente al Maracena y
malas sensaciones. Partido insulso, donde el equipo granadino supo rentabilizar
sus ocasiones y matarnos a la contra. Dos a cero.
En el
segundo partido, todo iba a ser todo lo contrario. Nos enfrentábamos, sobre el
papel, al favorito. El Granada C.F,S.A.D, ingente plantilla, enorme planta, pero
no nos arrugamos. Ahora sí éramos reconocibles. Luchando, compitiendo, sin temor
a nada ni a nadie. Avisábamos por mediación de la testa de Juan al travesaño.
Joaquín veía como el portero sacaba un balón imposible abajo.
Pero, como dice el refrán, a la tercera iba la vencida, Alberto botaba una falta a la espalda de la defensa, Marc, con la cabeza prolongaba el esférico y Manuel, llegando, no estando, alojaba el balón a las redes. Lástima del penalti cometido a dos minutos del final que supondría el empate del equipo de La Alambra. La Cañada Atco. era el tercer y último rival. Al igual que en el partido anterior, competíamos de forma espectacular, pero nos encontrábamos con un arbitraje sibilino, maniatándonos en todas las partes del campo y tomando decisiones incomprensibles.
El rival no necesitaba de esas ayudas o sí, visto lo visto al
final del partido. El único gol del partido se iba a conseguir en flagrante
fuera de juego, aprovechando el jugador un rechace del travesaño, bajo la línea,
amén de venir precedida la jugada de un saque de banda que correspondía a los
blancos. Pudimos y debíamos habernos hecho acreedores al empate. Joaquín la tuvo
en un mano a mano con el hábil portero almeriense que adivino la vaselina
ejecutada y, también la tuvo, Iván en un lanzamiento a balón parado que se
marchaba rozando el palo. Derrota y
eliminación, pero prueba superada, al igual que el partido anterior, con nota y
buen sabor de boca.
Pero, como dice el refrán, a la tercera iba la vencida, Alberto botaba una falta a la espalda de la defensa, Marc, con la cabeza prolongaba el esférico y Manuel, llegando, no estando, alojaba el balón a las redes. Lástima del penalti cometido a dos minutos del final que supondría el empate del equipo de La Alambra. La Cañada Atco. era el tercer y último rival. Al igual que en el partido anterior, competíamos de forma espectacular, pero nos encontrábamos con un arbitraje sibilino, maniatándonos en todas las partes del campo y tomando decisiones incomprensibles.
Manu Merchan empuja con la testa el balón a la red granadina |
El torneo supuso la puesta en marcha esta temporada de la cofradía del tupperware. Multitud de viandas y refrigerio para aplacar el calor y la espera entre partido y partido. Nuevos cofrades se unían en esta pretemporada, Domingo, Miguel, Agustín y sus respectivas, probaban y saboreaban las mieles de este santo santorum, la próxima estación de penitencia no sabemos lo que nos deparará.
Los jugadores y padres tras el Tupper en Monachill |
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