Con temperatura bajo cero recibía el pasado domingo el bello municipio iliturgitano a la caravana de la Fundación donde rendíamos visita al Iliturgi en el municipal de Santa Ursula. Comparecíamos con la baja de Javi López por aquello de las volteretas colegiales y con la baja del mister. Desde estas líneas desear la pronta recuperación tanto de Tete como de Lourdes convalecientes desde el pasado fin de semana.
De salida Pacheco y Alvaro, ante la citada ausencia de Tete, disponían el once que ilustra la presente entrada
Como alguién sostenía en las gradas salíamos "empanados". Quizás el frío reinante, quizás la escasa ambición atacante del equipo local, quizás, quizás quizás. Lo cierto es que no estábamos fluídos en el juego. A pesar de ello el control del partido, sobre todo en esta primera mitad, fue total. Tan es así que ninguna intervención hemos de anotar en el haber de Carlos. Por contra los de primer año gozaban de dos ocasiones pintiparadas para abrir la lata. La primera de ellas en las botas de Javier Armenteros, quién cruzaba en exceso su disparo y la segunda en las botas del jugador local, Manu pudo "lucirse" ante el público, mayoritariamente femenino, que acudía al campo para ver sus evoluciones y las de algún otro miembro de nuestro equipo.
Ya se sabe, aquello de a la tercera va la vencida. Alberto atento al corte robaba un balón en tres cuartos de cancha, conducía el balón y asistía a Alvaro quién, engañando a su par, se giró sobre sí mismo y golpeo el balón seco para anotar el primero. Abierta la lata asistimos a los mejores minutos de los nuestros, quienes iban a cerrar el partido en diez minutos.
El segundo lo anotaba Antoñín en una ejecución que se está convirtiendo en marca de la casa. Recibe en la frontal, levanta la cabeza y con sutileza coloca el balón en el palo más lejano del portero. Parece fácil en su redacción pero muy difícil en su materialización. El cero a dos daba tranquilidad y la paz absoluta llegó en otra jugada marca de la casa.
Es tradición la lucha de Antonio Manuel con los palos. Un golpe franco magistralmente botado por el linarense se topó con su enemigo. Sin embargo la mala fortuna de Bolívar se conjuró en el rebote recogido por el zurdito para sentenciar el partido.
Tras el gol el equipo sesteo pero sin perder el control del partido y la sobriedad defensiva permitía que vivieramos sin sobresaltos. Llegábamos al descanso con los deberes cumplidos y tras la reanudación asistíamos a lo que nunca queremos ver.
Eso precisamente es lo que ocurrió en el tedio de la segunda parte. Desaparecimos como conjunto y las individualidades no pudieron frente al esfuerzo y sacrificio defensivo del Iliturgi. Cierto es que nos fue anulado un gol y fuímos sancionados con dos fueras de juego que impidieron sendos manos a mano contra el portero local, pero errar es de humanos y el árbitro se pudo equivocar o no quién sabe. Lo cierto es que la más clara de toda la segunda parte fue del equipo local al botar una falta y ante la parsimonia general el jugador iliturgitano remataba obligando a Antonio a lucirse ante el respetable.
Y entre bostezos y recuerdos al frío reinante expiró el partido con el objetivo cumplido de los tres puntos en el zurrón de la clasificación.
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