U.D. C LA CAÑADA 1 – 1 REAL JAEN

ABONADOS AL EMPATE INMERECIDO

El Real Jaén Infantil consiguió un inmerecido empate en el estadio de la U.D.C. La Cañada al firmar las tablas uno a uno ante el conjunto local. Se trata pues de nuestro  segundo empate en liga Andaluza.  Si el anterior reparto de puntos fue en parte a causa del mayor “físico” de los contrincantes, este bien podría atribuirse a la “física” de los elementos. Madrugón con cambio de hora añadido y la pelotita que no acertábamos a colar entre los tres palos, lo dicho leyes de la física.

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Real Jaén C.F. y La Cañada antes de la disputa del partido

Despertarse a las 6´00 de la madrugada, antiguas 5.00 horas y añadirle tres horas de autobús pudo pasarles factura. El “jet lag”, también conocido como descompensación horaria, fue como saltar al terreno de juego vestidos mas que con la equipación, con la ropa de cama. Bromas aparte, el equipo elegido por Tete saltó al césped del complejo La Cañada poco enchufado y fue cogiendo el ritmo del encuentro conforme pasaban los minutos.

De la partida eran Carlos en la portería, con Armenteros, Crhistian, Juan, Jaime, José Carlos, Marc Rueda, Antoñin, Merchan, Bolívar y Joaquin. También jugaron Alvarito, Moya, Chumilla. Iglesias  y López. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio y una perfecta organización del conjunto local en sus coquetas instalaciones aseguraba el buen ambiente entre las aficiones.Al Real Jaén le costaba entrar en el partido y La Cañada por su parte se limitaba a ejecutar a la perfección su labor, un conjunto bien plantado en un campo de reducidas dimensiones y se trataba de no equivocarse. En liga Andaluza los errores no se perdonan, se pagan con resultados. Los dos  equipos,  tratan con gusto la pelota y pelearon en todos los terrenos por hacerse con el control del partido.

Al Real Jaén le sonó le despertador a los diez minutos de partido y una jugada en banda de Marc Rueda que pone un balón de oro para la entrada en solitario por la derecha de Armenteros y ante la salida del guardameta lanza fuera. El Real Jaén pudo adelantarse en el marcador, pero no había química entre los delanteros jienenses y la meta rival. Además las reducidas dimensiones del campo hacían que La Cañada se plantase con tres toques en campo visitante con el consiguiente peligro.

Armenteros se lamenta de la ocasión perdida de gol

El segundo aviso del Real Jaén llegaría de las botas del activo delantero Joaquin, que en velocidad se marcha de su par y colocó un pase de la muerte que recorrió en solitario la meta de La Cañada, faltó rematador. Alvarito, Chumilla e Iglesias aportaban más mordiente al equipo en su entrada al campo, los “pequeños jugones”  manejaban con rapidez el balón en ataque y La Cañada no se sentía cómoda.

En las postrimerías de la primera mitad, Merchan, junto a Antoñin radiografiaban el ataque del Real Jaén y servían balones al ariete de Guadalen que en su deportiva lucha conseguía llevarse a los centrales y a su marcador hasta los dominios del córner, allí Joaquín sacó un pase a Alvarito que recibió de primera, se la pasó de pié de segundas y casi desde el suelo dejó un balón franco para la zurda de Iglesias.

Zapatazo de Francis, que encuentra el lado imposible de la portería de Alberto. El Real Jaén se ponía por delante en el momento clave del partido. Celebración del tanto con dedicatoria en el banquillo con Tete e Isamael, por la pérdida de un ser querido. Habíamos conseguido sumar superioridad en la cancha y el fruto del gol demostraba la madurez de los jugadores en el terreno de juego. Tete buscaba seguridad, López y Moya saltan al césped para contener la respuesta de La Cañada.

El equipo celebra con el banquillo el gol de Iglesias

Sin embargo, a escasos minutos del final de la primera mitad otra ocasión para el conjunto jienense. Moya se marcha en velocidad de su defensor y coloca el balón a los pies de Joaquín que en el primer palo se revuelve y su disparo sale alto por poco. Los equipos marchan a vestuarios y se esperaba una segunda mitad muy disputada, sobre todo por parte de los locales que iban por debajo en el marcador.

Así fue La Cañada empezó a apretar y Carlos supo solventar sin agobios las llegadas del conjunto Almeriense. De pronto la luz se apagó y fruto de la presión local un balón aéreo sin dueño,  lanzado desde lejos cae en banda derecha territorio inexpugnable del “capi” del equipo  ausente por sanción, lo que provoca un desajuste defensivo en la zaga jienense. Carlos sale de la portería en busca del esférico, pero es un defensor quien lo despejó débilmente con la testa.

El delantero de La Cañada no desperdicia el regalo y de un fuerte cabezazo introduce el balón en la portería del Real Jaén. Era la jugada más clara del partido para los Almerienses y habían sacado petróleo del error defensivo del equipo blanco, empataban el encuentro y el  Real Jaén acababa pagando un elevado precio a tenor de las ocasiones de uno y otro equipo.

Los nuestros no le perdieron la cara al partido, pero no encontraron la fórmula  para que los delanteros dispusieran de más ocasiones de gol. La más clara para alzarnos con la victoria, estuvo en las botas de Bolivar, el delantero Linarense que baja al piso un servicio desde 15 metros y con el control orientado deja a sus dos defensores sentados. Antonio Manuel lanza un tiro raso ajustado a la cepa del poste izquierdo del portero que repele la madera. Era sin duda el gol del partido, que no llegó.

Bolívar ajusta su disparo lejos del alcance del portero de La Cañada

Tete ponía a toda la artillería pesada en el área de La Cañada, el villariego Juan también se sumaba al ataque, pero los delanteros no contaban con ocasiones claras y el partido languideció. Hasta el señor colegiado, presto y resolutivo en todas las acciones del encuentro decidió que el reparto de puntos era  lo más ajustado a derecho, por lo que pitó la conclusión del mismo a escasos minutos antes de consumir sus cuarenta minutos legales.

El Real Jaén hizo méritos en La Cañada para traerse hasta las tierras de los olivares plateados, los meritorios tres puntos del triunfo. No pudo ser, ante un gran equipo La Cañada noble, disciplinado y jugón que peleó deportivamente durante los ochenta minutos por su triunfo. Es la magia de este deporte, son once contra once.  Otra de las leyes no escritas del fútbol base que dice “nadie es mejor que nadie”. “Hala Jaén”.