El pasado sábado, tras el aplazamiento motivado por las selecciones de fútbol sala, nos jugábamos el ser o no ser en la copa Diputación. De manera imperiosa necesitábamos una victoria para estar nuevamente entre los elegidos de la ronda final.
El partido se disputaba bajo un calor asfixiante. Los nuestros comparecían con la baja de Jesús (a quién deseamos una pronta y eficaz recuperación) y con un renqueante Javi García. Los once de la partida eran Carlos en portería, con Francis y Alberto en los laterales, Juan y Christian de pareja de centrales, con Manu y Antoñín como pareja de baile en el centro, para dejar las alas a Bolívar y Alvaro, la media punta a Javi López y la punta de ataque a Moya. Jairo, Moisés, Javi García y Javi Armenteros se incorporarían posteriormente al juego.
Los nuestros no estuvieron finos en la primera parte, llevaron el peso del partido, pero sin mordiente alguna en los metros finales. Vandelvira tenía las ideas muy claras, seguridad y orden defensivo, buen posicionamiento en el campo, balones a su rápido delantero y esperar su oportunidad. A pesar de ese control que ejercimos, no estuvimos fluidos en el movimiento del balón y la falta de una referencia arriba hacía que Vandelvira defendiera plácidamente. Tete solucionó ese hándicap ubicando a Juan en punta. Sin embargo seguíamos espesos en la construcción, sin duda atenazados por los nervios de la importancia del choque. Lástima que con el pase a la ronda final en juego el juez de la contienda fuera un chaval joven e inexperto que erró en muchos lances del juego, aunque no influyera en el marcador final.
Las mejores aproximaciones en esta primera parte hay que localizarlas en el haber del equipo colegial, con sendos disparos por alto, ante los que Carlos demostró ir cogiendo, cada vez más, mayor aplomo y colocación. Amen de un peligroso disparo que, éste vez sí, obligó al cancerbero a sacar lo mejor de él.
En el descanso, se comentaba en las gradas, el partido estaba en un alambre pero podía caer de cualquier lado. El primer gol iba a decantar sin duda la balanza. Tete introdujo al comienzo de la segunda parte varias variantes tácticas, Alberto con Christian al centro de la defensa, Javier Armenteros al lateral, Antoñín a media punta, Moisés al centro.
La segunda parte fue de total dominio de los nuestros. El juego fue mucho más fluido, a pesar de no tener grandes ocasiones, merodeábamos el área rival, inquietábamos al portero con flojos disparos desde la frontal (quE poca fuerza tenemos) y fijábamos a sus delanteros con una férrea defensa. El tono del partido había cambiado, pero ahora teníamos otro problema, el tiempo. Lógicamente cadenciosamente discurría el tiempo, pero en beneficio de Vandelvira. Alberto caía lesionado y Moisés ocupaba su sitio en el centro de la defensa, al igual que había ocurrido en la primera parte con el bravo central de Vandelvira.
Mediada la segunda parte, una buena jugada de los nuestros finalizó con un disparo de Antonio Manuel que repelió el portero visitante, el esférico fue a parar a Javi López que en una baldosa se escapaba del acoso del cancerbero que no tuvo más remedio que trabar al bueno de López. Al punto fatídico Antoñín quién, al contrario que Messi, Cristiano o al cielo con él, lanzó con su habitual maestría para anotar el primero y, a la postre, único tanto del partido.
Lógicamente el partido estaba donde queríamos. Veinte minutos por jugar, con Alberto en el banco, Juan recuperaba su posición de central y Moisés la de medio centro. Vandelvira se estiraba y los nuestros tocaban, ahora, mejor que nunca. Con el marcador a favor todo era más fácil. Ahora era Vandelvira quién parecía más cansado. Pudimos y debimos sentenciar, Alvaro tuvo la primera, Javi Armenteros tuvo la segunda, tras gran asistencia de Javi López y Antonio Manuel tuvo la tercera. Ninguna entró y pudimos pagarlo al final cuando Carlos tuvo que salir presto para conjurar el peligro por mor de un fuera de juego no señalado. Ciertamente en los inicios de esta segunda mitad señaló al equipo visitante un fuera de juego inexistentes. Pero también a los nuestros dejó de señalar dos faltas claras que hubieran dejado a éstos en franca posición.
Al final de la batalla, deportividad absoluta, alegría en una parte y tristeza en la otra. Han sido seis grandes partidos los que nos han enfrentado en las modalidades de sala y fútbol, sin un mal gesto, una mala entrada, simplemente lucha, más lucha y esfuerzo más esfuerzo. Enhorabuena a los dos equipos.
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