PUERTO MALAGUEÑO 1 - REAL JAEN C.F, S.A.D 3

CON EL MONO DE TRABAJO

Luis
Estupenda mañana para la práctica del fútbol la que nos encontrábamos en la Capital de la Costa del Sol, donde acudíamos para rendir visita a un tradicional de la categoría y uno de los emblemas del fútbol base malagueño, El Puerto Malagueño. Coquetas instalaciones las del Julián Torralba, donde la caravana del Jaén, llegaba con sus famosos tupper y cargados de ilusiones, aún sabedores de la dificultad que el rival conllevaba. Bueno alguno llegábamos más tarde que otros, merced al GPS del Merchán.

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Puerto Malagueño y Real Jaén antes del partido

De salida Tete modificaba su esquema de juego, conocedor de las reducidas dimensiones del campo, colocaba, al margen de Carlos en portería, tres centrales, Juan , Christian y José Carlos, con dos carrileros, como Alberto y Jaime, Manuel en su posición de pivote defensivo, con Antoñín como pareja de Baile, Bolívar en la media punta y Marc y Joaquín en punta.  Alvaro, Manuel, Francis, López y Moya se incorporarían paulatinamente. La táctica apuntada surgió efecto en el primer minuto de juego, cuando una galopada de Alberto, supuso el primer gol de los nuestros y el cuarto del capitán en jornadas sucesivas.

El gol dejó aturdido al equipo local, pero no alteraba el planteamiento serio y riguroso de los nuestros. Juego directo en busca de nuestros dos delanteros. Tras el compás inicial, el Puerto se acercaba a las inmediaciones del área blanca, pero la defensa, retomando viejas sensaciones de seguridad, daba muestras de su solvencia. Todos los chavales se habían puesto el mono de faena y trabajaban denodadamente, a pesar de la notoria diferencia física, en algún emparejamiento.

Jaime Tenorio disputa el balón 

Con ese equilibrio en el juego, llegó, en una jugada aislada, el empate del Puerto. Una jugada por la izquierda, suponía un balón bombeado al ángulo contrario de la portería de Carlos. Tablas en el marcador, en el veintiuno de la primera mitad. La igualdad era manifiesta y se iba a plasmar, hasta el final, en las ocasiones acumuladas por ambos equipos. Primero la tuvo el local, pero Carlos, por partida doble, hizo gala de sus felinos reflejos bajo palos. En las postrimerías del tiempo reglamentario,  Joaquín, encaró al portero, tocando éste lo justo para amortiguar el tipo y dar tiempo al defensa para que en línea de gol sacara al esférico.

Con empate a uno, ambos equipos se retiraban a vestuarios. La espadas en lo alto para la segunda mitad. Ciertamente ésa no pudo empezar mejor, Manu, renqueante de un esguince de tobillo, empalaba al palo contrario, un rechace del portero, para darnos ventaja en el marcador.

El gol dejo aturdido al Puerto y ensalzó, aún más, la seguridad defensiva de los nuestros. Joaquín y Marc luchaban y porfiaban cada balón; Antoñín y Bolívar ponían la pausa, Manu el equilibrio y el quinteto de atrás, Alberto, Jaime, José Carlos, Juan y Christian, junto con Carlos, el candado. Únicamente el balón parado nos creaba cierto sobresalto.  A pesar de ello los nervios estaban a flor de piel, al enfrentarnos a un gran equipo. Sólo el Málaga y el Granada habían asaltado el fortín del Torralba.

Javier López certifica el tercer gol del Real Jaén

El partido estaba donde queríamos, desde el banco se rotaban los peones, los que salían exhalaban el último aliento debido al esfuerzo realizado, los que entraban lo hacían con fuerza. López era el primer cambio y ayudaba al control del centro del campo.  Joaquín pudo sentenciar. Hizo el movimiento correcto, se desembarazó de su marca y su golpeo fuerte, pero centrado, lo sacó el portero local.  Era la sentencia, pero tocaba seguir sufriendo por mor de esos balones aéreos. Por cierto excesalmente defendidos en labores defensivas por los jugadores y el cancerbero blanco.

La sentencia llegaba a diez minutos del final. Una jugada en banda izquierda de Marc era repelida por el palo y Javier, con suspense, conseguía el uno a tres definitivo.  Hasta el final deportividad absoluta y los tres puntos como precioso botín viajaban hacia la ciudad del Santo Reino. La derrota de La Cañada en su feudo ante un gran Almería nos permite recuperar la tercera, de momento, histórica, posición. Que el sueño, ese que no le gusta a alguno, no pare.

El Real Jaén saluda a los aficionados de la grada tras el partido

Tras el partido, la cofradía. Sí, como dice en diccionario, esa reunión de amigos creada en torno a algo que se venera. El fin de la nuestra es la amistad, solidaridad  y la crisis. Gira en torno a una lata de cruzcampo, una buena tortilla de patatas y al llantar de los buenos embutidos . La cofradía del Tupper, como la inmortaliza Zubí, nos permitió departir durante noventa minutos de lo humano y divino. Lo siento por los amigos del “enrea” pero lo tardío de la finalización del partido y lo vacío de las carteras nos privó de la foto en el “Tintero”.

Enhorabuena chavales, queda menos para hacer historia.