El pasado domingo debutábamos en la competición que tantos éxitos nos deparó el pasado ejercicio. Sin embargo, comprobamos en nuestras propias carnes, como esta temporada, al ser de primer año, los partidos no van a ser tan plácidos como la pasada temporada, en la que sólamente sucumbíamos, por los consabidos motivos arbitrales, en la finalísima del campeonato de España.
Lo dicho este año será diferente y lo pudimos comprobar en el partido que nos enfrentó al Huelma. Equipo bien plantado con tres buenos jugadores y que jugando en su campo aprienta de lo lindo. El desarrollo del partido nos hacía sufrir de lo lindo. Acumulábamos un buen número de ocasiones para inaugurar el marcador, marrando todas ellas. Por el contrario el equipo local, en los extertores de la primera mitad, en la primera que tenían marcaban. Con un inquietante cero a uno se llegaba al descanso.
Los de Tete salían enchufados y con ganas de igualar la contienda. Sin embargo la suerte nos era esquiva y malográbamos, en cinco minutos, seis claras oportunidades. Las rarezas del fútbol nos llevaron a anotar en la jugada con menor peligro aparente. Un corner que Jairo alojaba de rebote en las redes.
El gol espoleo, aún más, a los nuestros y su competitividad hizo el resto. En situaciones donde otros se amedrentan los nuestors se crecen y Antoñín, culminando una gran jugada colectiva, nos dió el tanto de la victoria, no sin antes del final sufrir nuevamente, al detener Antonio un balón con claro marchamo de suponer el empate.
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