GRAN RESULTADO, MEJOR JUEGO
El Real Jaén oposita su pase a cuartos con una victoria ante el Vandelvira
Luis
En la mañana de ayer, comparecíamos en el Pabellón de La Salobreja, para iniciar nuestra singladura en la fase final de la Copa Diputación de Fútbol sala, una vez resuelto el pase a la ronda de cuartos en la modalidad de fútbol once. Las buenas sensaciones de los últimos días se extrapolaron en la pista de La Salobreja, donde los pupilos de Tete pasaron como un ciclón sobre su rival, lo que cobra mayor relevancia si tenemos en cuenta la sensación de equipo que nos dispensó Vandelvira. |
| Alberto en jugada la temporada pasada ante el Vandelvira |
De la partida eran Manuel, en portería, Alberto de cierre, con Francis y José Carlos en las alas, para dejar a Antoñín como pivot. Juan, Marc, López y Jaime se incorporarían en las múltiple rotaciones ordenadas por Tete.
Dos buenos equipos se juntaron sobre el tapete. Igualdad y respeto durante los cinco primeros minutos, donde ambos conjuntos se tantearon, pero tras la tregua, los blancos, cual toque de corneta, fueron un huracan que desarboló a Vandelvira. Fue José Carlos el que inauguraba el marcador frente a sus antiguos compañeros por mor de un fuerte zapatazo abajo. A renglón seguido era Alberto el que no tenía compasión de otro antiguo compañero. Todos ellos sin embargo amigos. Marc iba a recorrer toda la pista para hacer el tercero en gran jugada individual. El cuarto y el quinto, fueron fruto de dos grandes jugadas colectivas, culminadas por Rueda y López, para firmar una auténtica primera parte de quilates.
En la reanudación, al igual que nos ocurría contra Moraleda, salíamos algo relajados, lo que propició varios acercamientos de Vandelvira, resueltos con acierto por Manuel o marrados por centímetros por los jugadores de aquellos. Cuando peor lo pasábamos Marc se sacó un latigazo a la misma escuadra. Era el sexto e hizo mella en los visitantes, máxime cuando Alberto en una salida de su cueva, con la izquierda, hacía el séptimo de buen disparo. Minutos de buen juego nuevamente y que, además, se conjuntaron, rara avis en los nuestros, con una perfecta definición. Marc en vena goleadora anotaba el cuarto de su cuenta y ponía el ocho a cero.
La claridivencia del marcador, motivó cierta relajación, la cual no gustó al entrenador, al suponer dos goles en apenas un minuto. El equipo se rearmaba físicamente, retomaba el mando de las operaciones y ponía la guinda al pastel, con una jugada de toque entre Alberto, Marc, Antoñín y José Carlos que "ejecutaba" a su Vandelvira, para poner el nueve a dos definitivo.
La eliminatoria está en franquicia, pero hasta el rabo todo es toro, queda la vuelta donde debemos jugar con idéntica tensión, al tener enfrente un buen equipo, que ha tenido la mala fortuna de cruzarse en nuestro camino tanto en fútbol como en sala, para tristeza de su vicepresidente que, como dice Alejandro Sanz, tenía el corazón partío.
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